Gracia y paz a ustedes, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Filipenses 1:2
  
  Confesión de Pecado
  Dios de misericordia, confesamos que hemos pecado contra ti por  pensamiento, palabra y obra, por lo que hemos hecho y lo que hemos  dejado de hacer. No te hemos amado con todo el corazón; no hemos amado a  nuestro prójimo como a nosotros mismos. Sincera y humildemente nos  arrepentimos. Por amor de tu Hijo Jesucristo, ten piedad de nosotros y  perdónanos; así tu voluntad será nuestra alegría y andaremos por tus  caminos, para gloria de tu Nombre. Amén.
  
  Dios omnipotente tenga misericordia de nosotros, perdone todos nuestros  pecados por Jesucristo nuestro Señor, nos fortalezca en toda bondad y  por el poder del Espíritu Santo, nos conserve en la vida eterna. Amén.
  
  Oh Dios, dígnate librarnos.
  Señor, apresúrate a socorrernos.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el  principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.  ¡Aleluya!
  
  Luz Alegrante   Phos hilaron
  Luz alegrante,
  claridad pura del sempiterno Padre celestial,
  Jesucristo, santo y bendito:
  
  Ahora que hemos llegado al ocaso del sol,
  y nuestros ojos miran la luz vespertina,
  te alabamos con himnos, oh Dios: Padre,
  Hijo y Espíritu Santo.
  
  Digno eres de ser alabado en todos los tiempos
  con voces gozosas,
  oh Hijo de Dios, Dador de la vida;
  por tanto te glorifica el universo entero.
  
  Salmo 74
  ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? *
  ¿Por qué se ha encendido tu ira
  contra las ovejas de tu prado?
  Acuérdate de tu congregación,
  que adquiriste desde tiempos antiguos, *
  de la tribu que redimiste para herencia tuya,
  y del monte Sión donde pusiste tu morada.
  Vuelve tus pasos hacia las ruinas interminables; *
  el enemigo ha arrasado del todo tu santuario.
  Rugieron tus adversarios en medio de tus asambleas; *
  plantaron sus estandartes en señal de victoria.
  Eran como los que levantan el hacha en medio del bosque; *
  con hachuelas y martillos quebraron todas tus entalladuras.
  Han puesto fuego a tu santuario; *
  han profanado la morada de tu
  Nombre, echándola por tierra.
  Dijeron en su corazón: "Destruyámoslos por completo".  *
  Han quemado todas las asambleas de Dios en la tierra.
  Para nosotros no hay señales que podamos ver;
  ya no queda ningún profeta; *
  ninguno entre nosotros sabe hasta cuándo.
  ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el adversario? *
  ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre?
  ¿Por qué retraes tu mano?  *
  ¿Por qué escondes tu diestra en el pecho?
  Empero, oh Dios, tú eres mi Rey desde tiempo antiguo, *
  victorioso en medio de la tierra.
  Dividiste el mar con tu poder; *
  quebrantaste la cabeza del dragón sobre las aguas.
  Tú aplastaste las cabezas de Leviatán; *
  lo diste por comida a los moradores del desierto.
  Tú hendiste manantiales y torrentes; *
  secaste ríos inagotables.
  Tuyo es el día, tuya también la noche; *
  tú estableciste la luna y el sol.
  Tú fijaste todos los linderos de la tierra; *
  el verano y el invierno tú los formaste.
  Acuérdate, oh Señor, de cómo el enemigo se ha burlado, *
  de cómo un pueblo insensato ha despreciado tu Nombre.
  No entregues a las fieras la vida de tu paloma; *
  no olvides jamás la vida de tus afligidos.
  Considera tu pacto; *
  los lugares tenebrosos de la tierra
  son madrigueras de violencia.
  No vuelva avergonzado el oprimido; *
  que el pobre y el menesteroso alaben tu Nombre.
  Levántate, oh Dios; aboga tu causa; *
  acuérdate de cómo el insensato te ultraja todo el día.
  No olvides el clamor de tus adversarios, *
  el tumulto inagotable de los que se rebelan contra ti.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén.
  
  San Juan 12:27-36
  Ahora mi alma está turbada. ¿Diré acaso: Padre, líbrame de esta hora?  ¡Si precisamente he llegado a esta hora para enfrentarme con todo esto!  Padre, ¡da gloria a tu Nombre!» Entonces se oyó una voz que venía del  cielo: «Lo he glorificado y lo volveré a glorificar.»  Los que estaban  allí y que escucharon la voz decían que había sido un trueno; otros  decían: «Le ha ha blado un ángel.» Entonces Jesús declaró: «Esta voz no  ha venido por mí, sino por ustedes. Ahora es el juicio de este mundo,  ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera, y yo, cuando haya  sido levantado de la tierra, atraeré todo.» Con estas palabras Jesús  daba a entender de qué modo iba a morir. La gente le replicó:  «Escuchamos la Ley y sabemos que el Mesías permanece para siempre. ¿Cómo  dices tú que el Hijo del Hom bre va a ser levantado? ¿Quién es ese Hijo  del Hombre?» Jesús les contestó: «Todavía por un poco más de tiempo  estará la luz con ustedes. Caminen mientras tienen luz, no sea que les  sorprenda la oscuridad. El que camina en la oscuridad no sabe adónde va.  Mientras tengan la luz, crean en la luz y serán hijos de la luz.» Así  habló Jesús; después se fue y ya no se dejó ver más.
  
  Cántico de María    Magnificat
  San Lucas 1:46-55
  
  Proclama mi alma la grandeza del Señor,
  se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, *
  porque ha mirado la humillación de su esclava.
  Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, *
  porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
  su Nombre es santo.
  Su misericordia llega a sus fieles, *
  de generación en generación.
  El hace proezas con su brazo; *
  dispersa a los soberbios de corazón.
  Derriba del trono a los poderosos, *
  y enaltece a los humildes.
  A los hambrientos los colma de bienes, *
  y a los ricos despide vacíos.
  Auxilia a Israel, su siervo, *
  acordándose de la misericordia,
  Como lo había prometido a nuestros padres, *
  en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén.
  
  Credo de los Apóstoles
  Creo en Dios Padre todopoderoso,
  creador del cielo y de la tierra.
  Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
  Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
  y nació de la Virgen María.
  Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
  Fue crucificado, muerto y sepultado.
  Descendió a los infiernos.
  Al tercer día resucitó de entre los muertos.
  Subió a los cielos,
  y está sentado a la diestra de Dios Padre.
  Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
  Creo en el Espíritu Santo,
  la santa Iglesia católica,
  la comunión de los santos,
  el perdón de los pecados,
  la resurrección de los muertos,
  y la vida eterna. Amén.
  
  Plegarias
  
  Padre nuestro que estás en el cielo,
  santificado sea tu Nombre,
  venga tu reino,
  hágase tu voluntad,
  en la tierra como en el cielo.
  Danos hoy nuestro pan de cada día.
  Perdona nuestras ofensas,
  como también nosotros perdonamos
  a los que nos ofenden.
  No nos dejes caer en tentación
  y líbranos del mal.
  Porque tuyo es el reino,
  tuyo es el poder,
  y tuya es la gloria,
  ahora y por siempre. Amén.
  
  Que esta noche sea santa, buena y pacífica,
  Te rogamos, Señor.
  Que tus santos ángeles nos conduzcan por los senderos de paz y de benevolencia,
  Te rogamos, Señor.
  Que nos perdones y absuelvas de nuestros pecados y ofensas,
  Te rogamos, Señor.
  Que haya paz para tu Iglesia y para todo el mundo,
  Te rogamos, Señor.
  Que partamos de esta vida en tu fe y temor, y no seamos condenados ante el gran tribunal de Cristo.
  Te rogamos, Señor.
  Que tu Espíritu Santo nos una en la comunión de todos tus santos,  encomendándonos los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo,
  Te rogamos, Señor.
  
  Señor Dios, cuyo bendito Hijo nuestro Salvador entregó su cuerpo a los  azotes y su rostro al esputo: Otórganos tu gracia para soportar  gozosamente los sufrimientos de esta vida temporal, confiados en la  gloria que ha de ser revelada; por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que  vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos  de los siglos. Amén.
  
  Oh Dios, tú eres la vida de los que viven, la luz de los fieles, la  fortaleza de los que trabajan, y el descanso de los muertos: Te damos  gracias por las bendiciones del día que termina, y humildemente te  suplicamos nos des tu protección durante la noche que comienza. Llévanos  en seguridad hasta las horas del alba; por aquél que murió y resucitó  por nosotros, tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo. Amén.
  
  Quédate con nosotros, Señor Jesús, ahora que la noche se acerca y ha  pasado el día. Sé nuestro compañero en el camino, enciende nuestros  corazones, y despierta la esperanza, para que te conozcamos tal como te  revelas en las Escrituras y en la fracción del pan. Concede esto por  amor de tu Nombre. Amén.
  
  Vela, oh amantísimo Señor, con los que trabajan, o velan, o lloran esta  noche. A tus ángeles manda que guarden a los que duermen. Cuida a los  enfermos, Cristo Señor; otorga reposo a los cansados, bendice a los  moribundos, consuela a los que sufren, compadécete de los afligidos,  escuda a los gozosos. Todo esto te pedimos por tu gran amor. Amén.
  
  Puede seguir intercesiones y acciones de gracias.
  
  Acción de Gracias en General
  Dios omnipotente, Padre de toda misericordia, nosotros, indignos siervos  tuyos, humildemente te damos gracias por todo tu amor y benignidad a  nosotros y a todos los seres humanos. Te bendecimos por nuestra  creación, preservación y todas las bendiciones de esta vida; pero sobre  todo por tu amor inmensurable en la redención del mundo por nuestro  Señor Jesucristo; por los medios de gracia, y la esperanza de gloria. Y  te suplicamos nos hagas conscientes de tus bondades de tal manera que,  con un corazón verdaderamente agradecido, proclamemos tus alabanzas, no  sólo con nuestros labios, sino también con nuestras vidas, entregándonos  a tu servicio y caminando en tu presencia, en santidad y justicia,  todos los días de nuestra vida; por Jesucristo nuestro Señor, a quien,  contigo y el Espíritu Santo, sea todo honor y gloria, por los siglos de  los siglos. Amén.
  
  Bendigamos al Señor.
  Demos gracias a Dios.
  
  Gloria a Dios, cuyo poder, actuando en nosotros, puede realizar todas  las cosas infinitamente mejor de lo que podemos pedir o pensar: Gloria a  él en la Iglesia de generación en generación, y en Cristo Jesús por los  siglos de los siglos. Amén. Efesios 3:20, 21
  
  Oficio de Completas
  
  El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y un perfecto fin. Amén.
  
  Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor;
  Que hizo el cielo y la tierra.
  
  Confesión
  Dios todopoderoso, nuestro Padre celestial:
  Hemos pecado contra ti,
  por nuestra propia culpa,
  por pensamiento, palabra y obra,
  y por lo que hemos dejado de hacer.
  Por amor de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo,
  perdona nuestras ofensas
  y concédenos que te sirvamos
  en novedad de vida,
  para gloria de tu Nombre. Amén
  
  Que el Dios todopoderoso nos conceda el perdón de todos nuestros pecados, y la gracia y fortaleza del Espíritu Santo. Amén.
  
  Oh Dios, dígnate librarnos.
  Señor, apresúrate a socorrernos.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el  principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.  ¡Aleluya!
  
  Salmo 4   Cum invocarem
  Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; *
  cuando estaba en angustia, tú me libraste;
  ten misericordia de mí, y escucha mi oración.
  "Mortales, ¿hasta cuándo volverán mi honra en infamia, *
  amarán la vanidad, y buscarán la mentira?"
  Sepan, pues, que el Señor ha escogido a los fieles para sí; *
  el Señor oirá cuando yo a él clamare.
  Tiemblen y no pequen; *
  mediten en su corazón estando en su cama, y callen.
  Ofrezcan sacrificios rectos, *
  y confíen en el Señor.
  Muchos son los que dicen: "¿Quién nos mostrará el bien?" *
  Alza sobre nosotros, oh Señor, la luz de tu rostro.
  Tú diste alegría a mi corazón, *
  mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
  En paz me acostaré, y en seguida dormiré; *
  porque sólo tú, oh Señor, me haces vivir seguro.
  
  Salmo 134   Ecce nunc
  Y ahora bendigan al Señor, siervos todos del Señor, *
  los que de noche están de pie en la casa del Señor.
  Eleven las manos hacia el santuario, y bendigan al Señor. *
  El Señor que hizo los cielos y la tierra, te bendiga desde Sión.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén.
  
  El Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo,  el gran Pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, les haga  aptos en toda obra buena para que hagan su voluntad, haciendo él en  ustedes lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la  gloria por los siglos de los siglos. Hebreos 12:20-21
  Demos gracias a Dios.
  
  Puede cantarse un himno adecuado para la noche.
  
  En tus manos, oh Señor, encomiendo mi espíritu;
  Tú me has redimido, oh Señor, Dios de verdad.
  Guárdanos, oh Señor, como a la niña de tus ojos;
  Escóndenos bajo la sombra de tus alas.
  
  Señor, ten piedad.
  Cristo, ten piedad.
  Señor, ten piedad.
  
  Padre nuestro que estás en el cielo,
  santificado sea tu Nombre,
  venga tu reino,
  hágase tu voluntad,
  en la tierra como en el cielo.
  Danos hoy nuestro pan de cada día.
  Perdona nuestras ofensas,
  como también nosotros perdonamos
  a los que nos ofenden.
  No nos dejes caer en tentación
  y líbranos del mal.
  
  Señor, escucha nuestra oración.
  Y llegue a ti nuestro clamor.
  
  Visita, oh Señor, este lugar, y ahuyenta de él todas las asechanzas del  enemigo; que tus santos ángeles moren con nosotros para preservarnos en  paz; y que tu bendición sea siempre sobre nosotros; por Jesucristo  nuestro Señor. Amén.
  
  Oh Dios, tu providencia inagotable sustenta al mundo en que vivimos y  aun nuestra propia vida: Vela, de día y de noche, por los que trabajan  mientras otros duermen, y concede que jamás olvidemos que nuestra vida  común depende de nuestras faenas mutuas; por Jesucristo
  nuestro Señor. Amén.
  
  Puede observarse una pausa, durante la cual se puede ofrecer intercesiones y acciones de gracias espontáneas.
  
  Guíanos, Señor, despiertos, y guárdanos mientras dormimos; que despiertos velemos con Cristo, y dormidos descansemos en paz.
  
  Ahora despides, Señor, a tu siervo, *
  conforme a tu palabra, en paz.
  Porque mis ojos han visto a tu Salvador, *
  a quien has presentado ante todos los pueblos:
  Luz para alumbrar a las naciones, *
  y gloria de tu pueblo Israel.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén.
  
  Guíanos, Señor, despiertos, y guárdanos mientras dormimos; que despiertos velemos con Cristo, y dormidos descansemos en paz.
  
  Bendigamos al Señor.
  Demos gracias a Dios.
  
  Que el Señor omnipotente y misericordioso: Padre, Hijo y Espíritu Santo, nos bendiga y nos guarde. Amén.