¡Aleluya! Cristo ha resucitado
  ¡Es verdad! El Señor ha resucitado. ¡Aleluya!
  
  Confesión de Pecado
  Dios de misericordia, confesamos que hemos pecado contra ti por  pensamiento, palabra y obra, por lo que hemos hecho y lo que hemos  dejado de hacer. No te hemos amado con todo el corazón; no hemos amado a  nuestro prójimo como a nosotros mismos. Sincera y humildemente nos  arrepentimos. Por amor de tu Hijo Jesucristo, ten piedad de nosotros y  perdónanos; así tu voluntad será nuestra alegría y andaremos por tus  caminos, para gloria de tu Nombre. Amén.
  
  Dios omnipotente tenga misericordia de nosotros, perdone todos nuestros  pecados por Jesucristo nuestro Señor, nos fortalezca en toda bondad y  por el poder del Espíritu Santo, nos conserve en la vida eterna. Amén.
  
  Oh Dios, dígnate librarnos.
  Señor, apresúrate a socorrernos.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el  principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.  ¡Aleluya!
  
  Luz Alegrante   Phos hilaron
  Luz alegrante,
  claridad pura del sempiterno Padre celestial,
  Jesucristo, santo y bendito:
  
  Ahora que hemos llegado al ocaso del sol,
  y nuestros ojos miran la luz vespertina,
  te alabamos con himnos, oh Dios: Padre,
  Hijo y Espíritu Santo.
  
  Digno eres de ser alabado en todos los tiempos
  con voces gozosas,
  oh Hijo de Dios, Dador de la vida;
  por tanto te glorifica el universo entero.
  
  Salmo 148
  ¡Aleluya!
  Alaben al Señor desde los cielos; *
  alábenle en las alturas.
  Alábenle, todos sus ángeles; *
  alábenle, toda su hueste.
  Alábenle, sol y luna; *
  alábenle, todas las estrellas lucientes.
  Alábenle, cielos de los cielos; *
  alábenle, aguas que están sobre los cielos.
  Alaben el Nombre del Señor, *
  porque él mandó, y fueron creados.
  Los afirmó eternamente y para siempre; *
  les dio una ley que no pasará.
  Alaben al Señor desde la tierra, *
  monstruos marinos y todos los abismos;
  Fuego y granizo, nieve y bruma, *
  viento tempestuoso que ejecuta su voluntad;
  Montes y todas las colinas, *
  árboles frutales y todos los cedros;
  Bestias silvestres y todo ganado, *
  reptiles y aves aladas;
  Reyes de la tierra y todos los pueblos, *
  príncipes y jefes del mundo;
  Mozos y doncellas, *
  viejos y jóvenes juntos.
  Alaben el Nombre del Señor, *
  porque sólo su Nombre es excelso,
  su gloria sobre la tierra y los cielos.
  Ha alzado el cuerno de su pueblo,
  y alabanza para todos sus fieles, *
  los hijos de Israel, el pueblo cercano a él.
  ¡Aleluya!
  
  Salmo 149 
  ¡Aleluya!
  Canten al Señor cántico nuevo, *
  su alabanza en la congregación de los fieles
  Alégrese Israel en su Hacedor; *
  gócense los hijos de Sión en su Rey.
  Alaben su Nombre con danzas, *
  con tambor y arpa cántenle alabanza;
  Porque el Señor se complace en su pueblo, *
  y adorna con victoria a los humildes.
  Regocíjense los fieles en su triunfo, *
  y alégrense sobre sus camas.
  Estén las alabanzas de Dios en sus labios, *
  y la espada de dos filos en su mano;
  Para tomar venganza de las naciones *
  y castigar a los pueblos;
  O Para atar a sus reyes con grillos, *
  y sus nobles con eslabones de hierro;
  Para ejecutar en ellos la sentencia decretada; *
  esto es gloria para todos tus fieles.
  ¡Aleluya!
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén.
  
  San Juan 15:12-27
  Jesús dijo: “Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo  los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su  vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les  mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su  amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi  Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he  escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que  ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi  nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros. Si el  mundo los odia a ustedes, sepan que a mí me odió primero. Si ustedes  fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos.  Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el  mundo los odia, porque ya no son del mundo. Acuérdense de esto que les  dije: 'Ningún servidor es más que su señor.' Si a mí me han perseguido,  también a ustedes los perseguirán; y si han hecho caso de mi palabra,  también harán caso de la de ustedes. Todo esto van a hacerles por mi  causa, porque no conocen al que me envió. Ellos no tendrían ninguna  culpa, si yo no hubiera venido a hablarles. Pero ahora no tienen  disculpa por su pecado; pues los que me odian a mí, odian también a mi  Padre. No tendrían ninguna culpa, si yo no hubiera hecho entre ellos  cosas que ningún otro ha hecho; pero ya han visto estas cosas y, a pesar  de ello, me odian a mí y odian también a mi Padre. Pero esto sucede  porque tienen que cumplirse las palabras que están escritas en la ley de  ellos: 'Me odiaron sin motivo.' Pero cuando venga el Defensor que yo  voy a enviar de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede  del Padre, él será mi testigo. Y ustedes también serán mis testigos,  porque han estado conmigo desde el principio.”
  
  Cántico de María    Magnificat
  San Lucas 1:46-55
  
  Proclama mi alma la grandeza del Señor,
  se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, *
  porque ha mirado la humillación de su esclava.
  Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, *
  porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
  su Nombre es santo.
  Su misericordia llega a sus fieles, *
  de generación en generación.
  El hace proezas con su brazo; *
  dispersa a los soberbios de corazón.
  Derriba del trono a los poderosos, *
  y enaltece a los humildes.
  A los hambrientos los colma de bienes, *
  y a los ricos despide vacíos.
  Auxilia a Israel, su siervo, *
  acordándose de la misericordia,
  Como lo había prometido a nuestros padres, *
  en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén.
  
  Credo de los Apóstoles
  Creo en Dios Padre todopoderoso,
  creador del cielo y de la tierra.
  Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
  Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
  y nació de la Virgen María.
  Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
  Fue crucificado, muerto y sepultado.
  Descendió a los infiernos.
  Al tercer día resucitó de entre los muertos.
  Subió a los cielos,
  y está sentado a la diestra de Dios Padre.
  Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
  Creo en el Espíritu Santo,
  la santa Iglesia católica,
  la comunión de los santos,
  el perdón de los pecados,
  la resurrección de los muertos,
  y la vida eterna. Amén.
  
  Plegarias
  
  Padre nuestro que estás en el cielo,
  santificado sea tu Nombre,
  venga tu reino,
  hágase tu voluntad,
  en la tierra como en el cielo.
  Danos hoy nuestro pan de cada día.
  Perdona nuestras ofensas,
  como también nosotros perdonamos
  a los que nos ofenden.
  No nos dejes caer en tentación
  y líbranos del mal.
  Porque tuyo es el reino,
  tuyo es el poder,
  y tuya es la gloria,
  ahora y por siempre. Amén.
  
  Que esta noche sea santa, buena y pacífica,
  Te rogamos, Señor.
  Que tus santos ángeles nos conduzcan por los senderos de paz y de benevolencia,
  Te rogamos, Señor.
  Que nos perdones y absuelvas de nuestros pecados y ofensas,
  Te rogamos, Señor.
  Que haya paz para tu Iglesia y para todo el mundo,
  Te rogamos, Señor.
  Que partamos de esta vida en tu fe y temor, y no seamos condenados ante el gran tribunal de Cristo.
  Te rogamos, Señor.
  Que tu Espíritu Santo nos una en la comunión de todos tus santos,  encomendándonos los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo,
  Te rogamos, Señor.
  
  Dios todopoderoso y eterno, que en el misterio Pascual has establecido  el nuevo pacto de la reconciliación: Concede a todos los que nacen de  nuevo en la comunión del Cuerpo de Cristo que manifiesten en sus vidas  lo que por fe profesan; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina  contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.  Amén.
  
  Oh Dios, tú eres la vida de los que viven, la luz de los fieles, la  fortaleza de los que trabajan, y el descanso de los muertos: Te damos  gracias por las bendiciones del día que termina, y humildemente te  suplicamos nos des tu protección durante la noche que comienza. Llévanos  en seguridad hasta las horas del alba; por aquél que murió y resucitó  por nosotros, tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo. Amén.
  
  Quédate con nosotros, Señor Jesús, ahora que la noche se acerca y ha  pasado el día. Sé nuestro compañero en el camino, enciende nuestros  corazones, y despierta la esperanza, para que te conozcamos tal como te  revelas en las Escrituras y en la fracción del pan. Concede esto por  amor de tu Nombre. Amén.
  
  Vela, oh amantísimo Señor, con los que trabajan, o velan, o lloran esta  noche. A tus ángeles manda que guarden a los que duermen. Cuida a los  enfermos, Cristo Señor; otorga reposo a los cansados, bendice a los  moribundos, consuela a los que sufren, compadécete de los afligidos,  escuda a los gozosos. Todo esto te pedimos por tu gran amor. Amén.
  
  Puede seguir intercesiones y acciones de gracias.
  
  Acción de Gracias en General
  Dios omnipotente, Padre de toda misericordia, nosotros, indignos siervos  tuyos, humildemente te damos gracias por todo tu amor y benignidad a  nosotros y a todos los seres humanos. Te bendecimos por nuestra  creación, preservación y todas las bendiciones de esta vida; pero sobre  todo por tu amor inmensurable en la redención del mundo por nuestro  Señor Jesucristo; por los medios de gracia, y la esperanza de gloria. Y  te suplicamos nos hagas conscientes de tus bondades de tal manera que,  con un corazón verdaderamente agradecido, proclamemos tus alabanzas, no  sólo con nuestros labios, sino también con nuestras vidas, entregándonos  a tu servicio y caminando en tu presencia, en santidad y justicia,  todos los días de nuestra vida; por Jesucristo nuestro Señor, a quien,  contigo y el Espíritu Santo, sea todo honor y gloria, por los siglos de  los siglos. Amén.
  
  Bendigamos al Señor.
  Demos gracias a Dios.
  
  Gloria a Dios, cuyo poder, actuando en nosotros, puede realizar todas  las cosas infinitamente mejor de lo que podemos pedir o pensar: Gloria a  él en la Iglesia de generación en generación, y en Cristo Jesús por los  siglos de los siglos. Amén. Efesios 3:20, 21
  
  Oficio de Completas
  
  El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y un perfecto fin. Amén.
  
  Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor;
  Que hizo el cielo y la tierra.
  
  Confesión
  Dios todopoderoso, nuestro Padre celestial:
  Hemos pecado contra ti,
  por nuestra propia culpa,
  por pensamiento, palabra y obra,
  y por lo que hemos dejado de hacer.
  Por amor de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo,
  perdona nuestras ofensas
  y concédenos que te sirvamos
  en novedad de vida,
  para gloria de tu Nombre. Amén
  
  Que el Dios todopoderoso nos conceda el perdón de todos nuestros pecados, y la gracia y fortaleza del Espíritu Santo. Amén.
  
  Oh Dios, dígnate librarnos.
  Señor, apresúrate a socorrernos.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el  principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.  ¡Aleluya!
  
  Salmo 31  In te, Domine, speravi
  En ti, oh Señor, he esperado; *
  no sea yo avergonzado jamás;
  líbrame en tu justicia.
  Inclina a mí tu oído; *
  apresúrate a librarme.
  Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme;
  porque tú eres mi risco y mi castillo; *
  por tu Nombre me guiarás y me encaminarás.
  Me sacarás de la red que han escondido para mí, *
  pues tú eres mi refugio.
  En tu mano encomiendo mi espíritu; *
  tú me has redimido, oh Señor, Dios de verdad.
  
  Salmo 134   Ecce nunc
  Y ahora bendigan al Señor, siervos todos del Señor, *
  los que de noche están de pie en la casa del Señor.
  Eleven las manos hacia el santuario, y bendigan al Señor. *
  El Señor que hizo los cielos y la tierra, te bendiga desde Sión.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén.
  
  Sean sobrios, y velen; porque su adversario el diablo, como león  rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistan  firmes en la fe. 1 San Pedro 5:8-9a
  Demos gracias a Dios.
  
  Puede cantarse un himno adecuado para la noche.
  
  En tus manos, oh Señor, encomiendo mi espíritu;
  Tú me has redimido, oh Señor, Dios de verdad.
  Guárdanos, oh Señor, como a la niña de tus ojos;
  Escóndenos bajo la sombra de tus alas.
  
  Señor, ten piedad.
  Cristo, ten piedad.
  Señor, ten piedad.
  
  Padre nuestro que estás en el cielo,
  santificado sea tu Nombre,
  venga tu reino,
  hágase tu voluntad,
  en la tierra como en el cielo.
  Danos hoy nuestro pan de cada día.
  Perdona nuestras ofensas,
  como también nosotros perdonamos
  a los que nos ofenden.
  No nos dejes caer en tentación
  y líbranos del mal.
  
  Señor, escucha nuestra oración.
  Y llegue a ti nuestro clamor.
  
  Visita, oh Señor, este lugar, y ahuyenta de él todas las asechanzas del  enemigo; que tus santos ángeles moren con nosotros para preservarnos en  paz; y que tu bendición sea siempre sobre nosotros; por Jesucristo  nuestro Señor. Amén.
  
  Oh Dios, tu providencia inagotable sustenta al mundo en que vivimos y  aun nuestra propia vida: Vela, de día y de noche, por los que trabajan  mientras otros duermen, y concede que jamás olvidemos que nuestra vida  común depende de nuestras faenas mutuas; por Jesucristo
  nuestro Señor. Amén.
  
  Puede observarse una pausa, durante la cual se puede ofrecer intercesiones y acciones de gracias espontáneas.
  
  Guíanos, Señor, despiertos, y guárdanos mientras dormimos; que despiertos velemos con Cristo, y dormidos descansemos en paz.
  
  Ahora despides, Señor, a tu siervo, *
  conforme a tu palabra, en paz.
  Porque mis ojos han visto a tu Salvador, *
  a quien has presentado ante todos los pueblos:
  Luz para alumbrar a las naciones, *
  y gloria de tu pueblo Israel.
  
  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos. Amén.
  
  Guíanos, Señor, despiertos, y guárdanos mientras dormimos; que despiertos velemos con Cristo, y dormidos descansemos en paz.
  
  Bendigamos al Señor.
  Demos gracias a Dios.
  
Que el Señor omnipotente y misericordioso: Padre, Hijo y Espíritu Santo, nos bendiga y nos guarde. Amén.