Génesis 31:1-24

1 Pero Jacob supo que los hijos de Labán andaban diciendo: "Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y con eso se ha hecho rico." 2 También Jacob se fijó en que Labán ya no lo miraba con buenos ojos, como antes. 3 Entonces el Señor le dijo a Jacob: "Regresa a la tierra de tus padres, donde están tus parientes, y yo te acompañaré."

4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía, para que vinieran al campo donde estaba él con sus ovejas, 5 y les dijo:

--Me he dado cuenta de que el padre de ustedes ya no me trata igual que antes; pero el Dios de mi padre siempre me ha acompañado. 6 Ustedes saben muy bien que yo he trabajado para su padre lo mejor que he podido, 7 y que él me ha engañado y continuamente me ha cambiado el salario. Sin embargo, Dios no le ha dejado hacerme ningún mal; 8 al contrario, cuando él decía: 'Te voy a pagar con los animales manchados', todas las hembras tenían crías manchadas; y cuando decía: 'Te voy a pagar con los rayados', entonces todas tenían crías rayadas. 9 Así fue como Dios le quitó sus animales para dármelos a mí.

10 "Un día, cuando los animales estaban en celo, tuve un sueño en el que veía que los machos cabríos que cubrían a las hembras eran rayados, manchados y moteados. 11 En ese sueño el ángel de Dios me llamó por mi nombre, y yo le contesté: 'Aquí estoy.' 12 Entonces el ángel me dijo: 'Fíjate bien, y vas a ver que todos los machos que cubren a las hembras son rayados, manchados y moteados, porque me he dado cuenta de todo lo que Labán te ha hecho. 13 Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, allí donde tú consagraste la piedra y me hiciste una promesa. ¡Vamos! Levántate y vete de este lugar; regresa a la tierra donde naciste.' "

14 Entonces Raquel y Lía le contestaron:

--Nosotras ya no tenemos ninguna herencia en la casa de nuestro padre. 15 Al contrario, nos trata como si fuéramos extrañas. ¡Hasta nos vendió, y se aprovechó de lo que le pagaste por casarte con nosotras! 16 En realidad, toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre, es nuestra y de nuestros hijos. Así que haz todo lo que Dios te ha dicho.

17-18 Jacob se preparó para regresar a Canaán, donde vivía su padre Isaac. Hizo montar a sus hijos y a sus mujeres en los camellos, tomó todo lo que tenía, y se puso en camino con todos los animales que había recibido por su trabajo en Padán-aram. 19 Mientras Labán fue a otra parte a trasquilar sus ovejas, Raquel le robó sus ídolos familiares. 20 Así fue como Jacob engañó a Labán el arameo, no diciéndole que se iba. 21 Escapó con todo lo que tenía. Muy pronto cruzó el río Éufrates, y siguió adelante hacia los montes de Galaad.

22 Tres días después, Labán supo que Jacob se había escapado. 23 Entonces, acompañado de sus parientes, salió a perseguirlo, y siete días después lo alcanzó en los montes de Galaad. 24 Pero aquella noche Dios se le apareció a Labán el arameo en un sueño, y le dijo: "Escucha, no le hables a Jacob en forma brusca."