Hechos 10:34-48

34 Pedro entonces comenzú a hablar, y dijo: --Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra, 35 sino que en cualquier naciún acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno. 36 Dios hablú a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el SeÁor de todos. 37 Ustedes bien saben lo que pasú en toda la tierra de los judíos, comenzando en Galilea, después que Juan proclamú que era necesario bautizarse. 38 Saben que Dios llenú de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él, 39 y nosotros somos testigos de todo lo que hizo Jesús en la regiún de Judea y en Jerusalén. Después lo mataron, colgándolo en una cruz. 40 Pero Dios lo resucitú al tercer día, e hizo que se nos apareciera a nosotros. 41 No se apareciú a todo el pueblo, sino a nosotros, a quienes Dios había escogido de antemano como testigos. Nosotros comimos y bebimos con él después que resucitú. 42 Y él nos enviú a anunciarle al pueblo que Dios lo ha puesto como Juez de los vivos y de los muertos. 43 Todos los profetas habían hablado ya de Jesús, y habían dicho que quienes creen en él reciben por medio de él el perdún de los pecados.[b] 44 Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo vino sobre todos los que escuchaban su mensaje. 45 Y los creyentes procedentes del judaísmo que habían llegado con Pedro, se quedaron admirados de que el Espíritu Santo fuera dado también a los que no eran judíos, 46 pues los oían hablar en lenguas extraÁas y alabar a Dios. 47 Entonces Pedro dijo: --¿Acaso puede impedirse que sean bautizadas estas personas, que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros? 48 Y mandú que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Después rogaron a Pedro que se quedara con ellos algunos días.